jueves, 22 de julio de 2021

EL FLAUTISTA DE HAMELIN, UN CUENTO SIEMPRE VIGENTE

 




                Los cuentos tradicionales nos invitan a caminar con los ojos abiertos. Tratan sobre la vida misma y se encuentran siempre vigentes. Los quiero invitar a través de un cuento específico a analizar nuestro entorno.  El Flautista de Hamelin trata sobre la historia de un pueblo en Alemania  que se ve atestado de ratas y no hay forma de acabar con ellas. Están en todas partes: se escabullen entre las ollas, toman agua del pozo, muerden a los pequeños en sus cunas durante la noche y la vida a causa de las ratas es insoportable. El descontento social es como las ratas. Al dejar entrar los pensamientos negativos masivamente y de forma constante, repitiendo que nada funciona como debería, finalmente nos convencemos de que estamos rodeados de ratas y sin darnos cuenta somos vulnerables frente aquel que afirme ser capaz de acabar con ellas. Así quién se pronuncia, tal como lo hace el Flautista en la historia, cobra un precio justo para él y que no necesariamente es justo para el pueblo. Una bolsa de oro promete el Alcalde, a quien logre semejante hazaña. Oro que proviene de cada habitante del pueblo. Hoy lo llamaríamos impuestos en alza, pues los políticos que prometen acabar con nuestras miserias necesitan, según su parecer siempre más recursos para hacerlo. El alcalde sería aquella autoridad débil, que no es capaz de vencer a las ratas con medidas drásticas como imponer disciplina y una limpieza estricta, trabajo que alejaría a los roedores definitivamente. Prefiere ceder ante los encantos del Flautista. Por un tiempo esta alianza pareciera funcionar. El Flautista con sus dulces melodías hipnotiza a las ratas y se las lleva lejos. Lo cual es una mera ilusión, pues al no recibir el botín de objetivo, continúa hipnotizando, ya no solo a los adultos que perciben un mundo sin ratas, sino que va en búsqueda de los niños. Cuando los tiene por completo en su poder, la gente recién se da se da cuenta de la gravedad del asunto y no tienen manera de recuperar a los infantes. EL único camino es que el Alcalde cumpla su promesa. El cuento termina con esta moraleja, cumplir las promesas es lo moralmente correto y  atañe en directa proporción a quién resulta electo y luego no es fiel a su programa de gobierno. ¿Ya identificaron al Flautista? Sí, se trata de todas aquellas ideas progresistas que invitan a cambiar la realidad con herramientas distorsionadas y si no estamos despiertos, finalmente vendrán por nuestros niños y jóvenes. Espero que en nuestro país no sea demasiado tarde y no nos dejemos seducir por tanto Flautista que se está candidateando. Sigamos narrando los cuentos tradicionales. Es una forma de mantenernos alertas.

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